Conocida como La “Capital de la Amistad”, ofrece a sus visitantes, una amplia riqueza de restos arqueológicos, artesanía y gastronomía que enriquecen la oferta turística de esta región, además de la alegría y amabilidad de sus habitantes. Gracias a la amplia diversidad arqueológica que ofrece, Chiclayo se convierte en el segundo destino, después de Cusco, por el interés tradicional e histórico que genera.
De todo y en una sola ciudad
Con un clima cálido y temperaturas no tan altas, en Chiclayo se pueden visitar casonas republicanas y recintos sagrados como la Iglesia Santa María Catedral, que se ubica en el centro de la ciudad, frente a la plaza principal. De estilo neoclásico que data de 1869.
Así también están la Basílica San Antonio, la Capilla Santa Verónica, el Paseo de las Musas que es un corredor ornamentado de jardines y rotondas con esculturas de personajes de la mitología griega, entre otros lugares de interés.
Caminando por la ruta Moche
Esta ruta está integrada por atractivos culturales de La Libertad y Lambayeque; específicamente en la ciudad de Chiclayo y alrededores, los atractivos turísticos que forman parte de esta ruta son el Complejo arqueológico de Huaca Rajada y el Museo de Sitio en Sipán que contienen las evidencias del esplendor del famoso Señor del mismo nombre.
Por su parte en Batán Grande, se tiene otro gran líder preincaico como es el Señor de Sicán; así también el Santuario Histórico Bosque de Pómac, el Valle de las Pirámides de Túcume y el Museo de Tumbas Reales de Sipán. Todas estas magníficas pruebas del predominio y grandeza de aquellos antiguos pobladores.
Considerada también como una ciudad mística, por ser la ciudad de los brujos, curanderos y el esoterismo; Chiclayo ofrece magia a quienes son creyentes de estas prácticas alternas.
Por otro lado, en el circuito de playas el visitante podrá apreciar los tradicionales Caballitos de Totora en Pimentel o Eten. Todo esto y más tan solo abordando vuelos nacionales que parten del Aeropuerto Internacional.