Idioma oficial: Español
Zona horaria: UTC+2
(verano),
UTC+1
(invierno)
Moneda: Euro (EUR)
La Pascua en Zaragoza es un festín. El Viernes Santo puedes admirar las rutas del tambor, unas espectaculares procesiones con estos instrumentos. También merece atención la representación de cuatro horas del funeral de Jesucristo.
Por la tarde se recomienda ir al Puente de Piedra, construido en piedra con estilo gótico y siete arcos iluminados de forma hermosa. Desde allí, la vista de toda la ciudad quita la respiración.
La naturaleza ha castigado a Aragón con un clima severo y dificultad para cultivar tierras, pero a la vez también la ha premiado con trufas. Crecen abundantemente y los locales las llaman el oro negro de Aragón.
La ciudad está situada al noreste de España, y es la capital de la Comunidad de Aragón. Los rastros de sus primeros colonos son del siglo I A.C. La historia de los gobernantes de la ciudad ha sido un tormento desde su origen, ya que se han permutado romanos, vándalos, visigodos y moros, entre otros. En el siglo XI fue la capital del territorio musulmán. Zaragoza floreció entre los siglos XIV y XVI, por lo que la mayoría de sus monumentos provienen de ese período. Muchos de ellos fueron renovados y redecorados totalmente durante los siguientes siglos, lo que explica por qué hoy podemos admirar edificios que combinan estilos de diferentes épocas.
El mejor ejemplo de esa mezcla de estilos es la Catedral del Salvador, que fue construida entre el siglo XII y el XVII. Aquí puedes encontrar bancos góticos en el interior y torres barrocas fuera. La fachada está decorada con adornos de la época mora, como es habitual en la zona. Basta un paseo para encontrar el palacio musulmán del siglo XI, que luego fue utilizado como residencia por la corona de Aragón. El interior está abierto a visitantes.
El mercado del siglo XVI está ampliamente reconocido como el edificio más importante del Renacimiento en Aragón. Construido con la intención de contentar a mercaderes y ciudadanos, que demandaban un espacio comercial, hoy en día se utiliza como centro de exhibiciones y eventos culturales.
Por todas partes puedes tropezarte con restos de la época romana: ruinas de un teatro, baños termales, foro o trozos de la muralla de la ciudad. Los objetos más preciosos de aquella etapa están reunidos en el Centro Histórico.
Para cenar, lo mejor es visitar un barrio llamado El Tubo, conocido por sus cafeterías y restaurantes que sirven típica cocina aragonesa. Una vez allí, no pierdas la oportunidad de probar el ternasco al horno, una pata de cordero asada al horno con ajo, hierbas y manteca de cerdo. Debido al duro clima, el cordero es el animal que mejor pudo reproducirse en la zona de Zaragoza. También son muy populares platos con jabalí, ciervo, liebre o perdiz. Cuando cae la noche, las calles del Tubo se llena con turistas y gente local disfrutando en bares de vinos y tapas.