Idioma oficial: Inglés
Zona horaria: UTC+1
(verano),
UTC+0
(invierno)
Moneda: Libra esterlina (GBP)
Los ciudadanos de Glasgow y sus alrededores utilizan un dialecto llamado Glasgow patter. Es muy diferente al inglés que se habla habitualmente, por lo que a menudo los turistas tienen problemas para entenderlo.
Glasgow se incluye entre las diez ciudades que vale la pena visitar según “Lonely Planet”, la editorial líder de guías de viaje y libros turísticos.
El clima escocés está lejos de ser bueno. Con razón un ciudadano de la lluviosa Glasgow, Charles Macintosh, fue el primero en inventar el chubasquero, también conocido actualmente como mackintosh.
Glasgow es la ciudad más grande de Escocia y la tercera más poblada de toda Gran Bretaña. Ha pasado de ser un pequeño asentamiento al mayor puerto del Reino Unido. Durante la Revolución Industrial, Glasgow se convirtió en el centro neurálgico de la ingeniería y la industria, especialmente la naval, y muchos astilleros se establecieron a lo largo del río.
Hoy, cuando se piensa en Glasgow, el arte, la ciencia y el deporte vienen a la mente. Todo gracias a la enorme transformación llegada tras la desaparición de la industria naviera. Ahora Glasgow está muy lejos del aspecto triste e insulso de una zona industrial; se ha convertido en capital de la cultura y la moda, marca tendencia mundialmente y fascina con su impresionante arquitectura. Cuenta con la Universidad de Glasgow, uno de los centros más prestigiosos de Gran Bretaña que atrae a numerosos estudiantes de todo el mundo.
Los aficionados al fútbol asocian Glasgow con las instalaciones de sus equipos, por ejemplo el Celtic F.C. Su estadio, el Celtic Park, es una visita obligada para los aficionados a este deporte.
La ciudad proporciona el ambiente propicio para pasar una tarde relajada mientras se disfruta de un excelente té o un poco de whisky escocés, conocido en todo el mundo. También es tentador el marisco, los diferentes y premiados tipos de quesos y, para aquellos que buscan nuevos sabores, los famosos “haggies”, hechos con menudillos de cordero, o la “scotch broth”, una sopa a base de cabeza de carnero.
Glasgow es una opción perfecta para los que prefieren conocer mientras viajan. Sin duda, vale la pena el edificio del ayuntamiento y la Escuela de Arte de Glasgow, considerada una obra de arte de la arquitectura modernista. Glasgow está repleta de edificios modernos levantados en calles estrechas, clásicas y encantadoras. La ciudad también tiene algo que ofrecer a los aficionados a la música en vivo: se recomienda acudir al King Tut’s Wah Wah Hut, donde cada día tienen lugar actuaciones, tanto de bandas locales como de otras más populares.